miércoles, 31 de octubre de 2012

Ensoñaciones...

Las doce de la noche de un día cualquiera en una casa que no es mía, tumbada en una cama de prestado, te pienso, lloro, existo... sin ti. Se pone a temblar mi alma acompasada por una respiración indecisa que no sabe si correr o frenarse en seco, dejar de ser, dormir, vivir... sin ti. Las lágrimas saladas de desesperación, de soledad caen por mi rostro, se derraman, continúan... sin ti. Busco consuelo para el corazón desolado, roto, desecho... sin ti. Acurruco mi cuerpo en unas sábanas con olor a limpio, me estremezco, dudo... sin ti. Me vence el sueño, la oscuridad me cautiva, me seduce... me abandono... sin ti.


Los primero rayos de la mañana se cuelan entre los huecos de los postigos, la lluvia suena de fondo, las campanas anuncian un nuevo día, huele a humedad y se siente el frío en el rostro al abrir en la ventana. Ha sido un mal sueño, existo, vivo, continúo, me abandono y tú siempre estarás ahí; calmando mi alma, secando mis lágrimas, haciendo latir mi corazón, arropando mi cuerpo. Eres etéreo e inmortal, sigues siendo a través de mí.



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