lunes, 24 de mayo de 2010

"No se pueden curar dos corazones rotos cosiéndolos juntos"
[Entre fantasmas]
Te quise, te quiero y te querré
¡Felicidades Cocorota!

sábado, 22 de mayo de 2010

Cerca del final dónde todo empieza

Así me gustaría que fuera mi vida, así es en mis mejores sueños... oliendo a café todo el día, con una rosa entre las manos, un pañuelo en el que ocultarme cuándo las fuerzas se hayan esfumado y un libro que me haga sumergirme en el país de las letras... Porque todo cuanto he vivido hasta ahora tiene fecha de caducidad, pero no me importa, en mis sueños el mañana está lleno de color, esfuerzo y recompensas.
Quizás algún día viva lo que la protagonista de este libro en primera persona y me gustaría que fuera con vosotras, mis confidentes, mis complíces, mis compañeras de profesión y esa parte de mí que hace que mi vida esté completa.
Sólo por hoy amiga, calíentate con el pañuelo, huele la rosa hasta que su olor se meta en cada poro de tu piel, pídeme que te entregue en mano un proyecto de vida en forma de libro, deja que humo de la vela antes de apagarse encienda tu vida. Nuestro camino sigue... aún no acaba.

lunes, 10 de mayo de 2010

El mundo de los sueños

Desde siempre me ha llamado la atención el mundo de los sueños, su significado, su implicación en el estado de ánimo, su fin y sus consecuencias. Porque dormir no es equiparable a descansar y muchas veces depende de lo movido que sean los propios sueños. Durante una semana... o al menos así de larga se me ha hecho, han aparecido fantasmas en el mundo de los vivos y algún vivo en el mundo de los muertos. Sufrimiento, desazón, dolor, indignación, incredulidad, falta de creencia y pérdida de fe... en definitiva MIEDO. Se cuela el día a día entre las sábanas, se entremezclan los sueños con los deseos, se anudan los sentimientos positivos con las emociones negativas y el resultado es CANSANCIO al día siguiente. El levantar ante el sonido del despertador y el intentar prolongar la estancia en la cama se convierte en obligatorio cuando la última imagen de la noche y la primera del día es, simplemente, desagradable. Así que, sin más dilación y sin duda alguna, la alarma suena diez minutos más tardes (o media hora) y una puede empezar el día con otro ánimo y por qué no, sonreirle al mundo de los vivos aunque sea con los fantasmas en la cabeza.