viernes, 22 de febrero de 2013

Avivando recuerdos soportando ausencias

Se quiebra el hilo fino casi transparente y apenas imperceptible que separaba tu distancia de mi soledad y un quejido mudo sale por mi boca reclamando tu presencia, demandando tu ser, aquí y ahora, como siempre, como antes... como nunca más. 

Se deshace el recuerdo nítido casi diáfano y apenas inamovible que delimitaba tu futuro de mi presente y un dolor sordo supura por mi cuerpo gritando tu nombre, proclamando mi necesidad de ti, aquí y ahora, como hoy, como ayer... como nunca más. 

Se volatiliza el rumor incierto casi falso y apenas creíble que demarcaba tu inconsciencia de mi inflexibilidad y un latigazo indoloro atraviesa mi alma increpando tu rostro, insistiendo en tu mirada, aquí y ahora, como perennemente, como antaño... como nunca más. 

Se desintegra el verso literal casi perfecto y apenas indirecto que distanciaba tu sosiego de mi nerviosismo y un sabor insípido se instala en mi garganta avivando tu imagen, insistiendo en tu regreso, aquí y ahora, como eternamente, como antiguamente... como nunca más. 


Porque mi mañana muere sin mi ayer
y amanece y falta parte de mi piel...

...cuanta falta haces en casa
te echo de menos papá.