METAMORFOSIS!

Un regalo esperado el día de Navidad, un disco que me invita a inundar mi cuarto con sus canciones, a reinventar sus historias hasta hacerlas mías, a darle la vuelta una y otra vez hasta encontrar esa otra parte de mí que no conozco, a metamorfosearme con sus melodias...

Pues empiezo a ser más Melodía que nunca y me atrevo a dejar atrás cuanta decepción había para pensar en un mejor mañana, porque nada es infinito y yo ya me cansé de ser la princesa de cuento que se queda parada admirando Nueva York. Y no deja de parecerme mágico pensar que un día serás ese faro de guía que me recuerde cada día que te tengo a ti y que me haga sentirme a salvo...

Os dejo un trocito de una de las canciones:

Por si un día decides que aquello valió la pena

si descubres que ya no te importa el que dirán

si te pesan las cicatrices,

la nostalgia de tiempos felices

dando vueltas por este cuadro me encontrás.

Dentro de esas cuatros paredes ves el mundo distinto, con otro mirar, te atacan las inseguridades y te acechan los miedos, sientes frío y una presión en la base del cerebro... Detrás de la puerta, el mundo estará a tus pies y seguirás siendo esa eterna luchadora incansable y tenaz. Abre la puerta y deja pasar el aire fresco, deja que se oxigene el alma, sólo así la soledad desaparecerá con la brisa y la lluvia matará al desánimo...

Me asusté

Pensé que te habías escapado, que te habías escondido en algún rincón y que nunca más te iba a tener y me asusté.

Pensé que era una señal del destino para poner un punto y final a la historia (in)terminable y tuve miedo.

Pensé que se "cerraría el círculo" y el duelo acabaría, por fin, porque cuando se prolonga en el tiempo empieza a ser (in)sano y temblé.

Eres (in)analcanzable, ¿verdad? un día se rompió el broche y te caiste al suelo, te llenaste de polvo pero te recuperé y ahora eres (in)vecible, ¿no crees?. No te me vayas, no te me pierdas, no te me alejes, no te me oxides pues mis ojos necesitan verte, mi piel tocarte y mi alma pensar que siempre estarás cerca, a mi lado siendo (in)fiel.

Flores aumadas, flores quemadas, flores debastadas, flores pisoteadas... flores que se deshacen dejándo pétalos solitarios que no son nada por sí solos que pierden su belleza en solitario pero que guardan la esencia de aquello que fue y ya nunca más será. Siguen dejando un rastro invisible, un olor que está almacenado en nuestra memoria más íntima y emocional y que al inspirarlo llega hasta el alma, escoge un rinconcito y pide permiso para quedarse. El aire se lleva los pétalos desolados a otro confín, a otra frontera, a otro horizonte sin mañana.

¿Qué me queda? Su olor...

Tránsito de Venus

Había algo en el cielo que me hacía subir la mirada y fijarla en el firmamento, una luna llena llamaba mi atención por su resplandor, su fuerza, su tamaño. Se escondía detrás de unas nubes tímidas, inseguras y grises. Se acumularon más nubes pero la luna seguía detrás, brillando con luz propia.

Reflexionando un poco he llegado a la conclusión de que las personas a pesar de que muchas veces sentimos el peso de la tristeza, la apatía y el desánimo somos capaces de brillar, de reponernos, de levantarnos y desafiar al calendario que parece que está en nuestra contra.

Fenómenos como el "Tránsito de Venus", reflejado en la foto, hace que nos demos cuenta de que a pesar de que en el día a día haya millones de nubes negras que nos impidan ver con claridad hay que seguir luchando, sonriendo, arriesgando... al menos dos meses más.