Cruzarse con un completo desconocido a primera hora de la mañana puede no significar nada y pasar totalmente desapercibido pero cuando la cara de esa persona se te queda grabada significa que alguna emoción te ha despertado su rostro. Iba caminando, despacio pues no tenía ninguna prisa, miré sus ojos y vi en ellos una expresión de desasosiego un tanto peculiar, no menos especial era su sonrisa con los labios ligeramente inclinados hacia abajo incitando a la tristeza, su cabello ondeado por el viento y su caminar dudoso y meditabundo. Si estuviera escribiendo un libro sin duda la utilizaría como protagonista o antagonista en alguno de los capítulos, crearía una historia a partir de una imagen un tanto inusual a la par que cotidiana, inventaría para ella una vida, un desengaño, una traición y la decoraría con osadía y entusiasmo sin perder de vista aquel andar pausado y aquella mirada triste que caracterizaba su rostro.
Me parece del todo acertado;¿quién no se ha sentido incapaz de borrar una sonrisa en un buen día o quién no ha intentado fallidamente ocultar la tristeza? ¿quién no ha visto reflejada su sonrisa en alguien que le cruzó la mirada o se ha sentido incapaz de apartar la vista de alguien radiante de felicidad? Mmuchas veces el cuerpo es capaz de expresar las emociones mucho mejor que las palabras. Somos el reflejo de nuestras mentes y nuestros corazones, la manera de andar de una persona puede identificarla aunque la vista no alcance a distinguir su rostro. Sin embargo, el ritmo y la energía dependen de cada día, de cada estado de ánimo, sin decir una palabra damos mucha información a los demás, pero no todo el mundo es capaz de captarla, hay que saber ver a las personas.
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