lunes, 10 de mayo de 2010

El mundo de los sueños

Desde siempre me ha llamado la atención el mundo de los sueños, su significado, su implicación en el estado de ánimo, su fin y sus consecuencias. Porque dormir no es equiparable a descansar y muchas veces depende de lo movido que sean los propios sueños. Durante una semana... o al menos así de larga se me ha hecho, han aparecido fantasmas en el mundo de los vivos y algún vivo en el mundo de los muertos. Sufrimiento, desazón, dolor, indignación, incredulidad, falta de creencia y pérdida de fe... en definitiva MIEDO. Se cuela el día a día entre las sábanas, se entremezclan los sueños con los deseos, se anudan los sentimientos positivos con las emociones negativas y el resultado es CANSANCIO al día siguiente. El levantar ante el sonido del despertador y el intentar prolongar la estancia en la cama se convierte en obligatorio cuando la última imagen de la noche y la primera del día es, simplemente, desagradable. Así que, sin más dilación y sin duda alguna, la alarma suena diez minutos más tardes (o media hora) y una puede empezar el día con otro ánimo y por qué no, sonreirle al mundo de los vivos aunque sea con los fantasmas en la cabeza.

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