Buscando al príncipe azul acabé encontrando a la reina de corazones... porque cuando la piel se pronuncia la razón aprender a guardar silencio. Los imposibles de mundo irreales a veces tienen cuerpo, sienten y se dejan ver.
Buscando encajar en la sociedad acabé descubriendo que la pieza de mi puzzle estaba a mi lado todos estos años. Había librado mil batallas en la sombra brillando con luz propia.
Buscando derribar los muros externos entendí que hay que aceptar primero la guerra interna. Ser transparente, reconocerse en el espejo y gustarse sin miedo.
Buscando esconderme en las calles acabé comprendiendo que los armarios no están para ocultarse sino para dejar salir los sentimientos a puertas abiertas, a pecho desnudo.
Buscando rincones para besar a escondidas acabé convenciéndome de que no hay que soltar la mano de quien amas si alguien se queda mirando fijamente. Quererse es un derecho y respetar la diversidad es un deber de todas las personas.
Buscando el sentido a la norma acabé por capitanear la mayor de mis locuras la que me da el equilibro, amanecer amando y abrazar desde la libertad.
La visibilidad no la dan las banderas de colores, la da besarse en plena calle y a la luz de las velas.
La visibilidad no la dan los días festivos, la da la educación en la diferencia luchando por la igualdad por el simple hecho de ser personas.
La visibilidad no la dan las leyes de postureo, la da el castigar el odio por intolerancia enseñando desde pequeños que el querer no sabe de géneros sabe de corazones que laten al unísono.
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