Primer reencuentro... se cierra un círculo:
Por fin nos ubicamos en el mismo lugar y a la misma hora para saldar cuentas pendientes y tener una conversción en la que ver como nuestras vidas siguieron en paralelo y en un punto del mapa se separon para elegir el camino con el que cada uno se siente más humano. Me hiciste una petición y la acepté, y allí que fuí a verte, a verme a mí sin ti a tu lado y a vernos actuar en obras de teatro distintas con distintos sueños.
Segundo reencuentro... reencontrarnos para despedirnos:
Echaba de menos tu sonrisa, tus consejos, tus historias, tus trucos de libro para sobreponerse, tus miradas transparentes, tu cercanía y esa silla giratoria al otro lado de la mesa.... Pero no echaré de menos los pañuelos, la tristeza, la apatía, el estar metida dentro del caparazón ocultándome del mundo sin saber defender mis derechos ni aquella que fuí y dejé pasar para convertirme en alguien de la que estar orgullosa al mirarme al espejo, una mujer renovada, distinta, con energía, proyectos vitales y una meta cumplida. Así me muestro para agradecerte todo lo que has hecho por mí porque de ti aprendí a ser paciente y ahora eres mi modelo para saber ejercer aquello en lo que creo ciegamente.
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