Sí,
media hora más entremezcladas en las sábanas posponiendo una vez más la subida de las persianas. Como si de la máxima felicidad se tratara me quedo a vivir en tus ojos, un rato más, un día más y si gustas toda la vida.
Abrazos en cadena, olor a noche, la tuya, la mía. Cancelemos las citas, el día amanece dentro de la cama, no hay prisas prefiero besayunarte.
Aguarda ahí, no te muevas, quédate a mi lado y déjame que te cuente los lunares, es el único mapa que me he aprendido de memoria porque tiene las claves de la felicidad.
Y si nos quedamos otra media hora más en la cama, desgastando saliva, reinventando nuestro mundo con todo incluido en emociones. Abre los ojos de a poco, guarda en el recuerdo este instante que es el mejor de los regalos.
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